lunes, agosto 17, 2009

La Ayuda A Los Peregrinos En La Edad Media

(Peregrinos recibiendo alojamiento-Dominico Ghirlandaio-Florencia, San Martini dei Buonomini)
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval.

Hace más de un milenio, Sancho El Mayor de Navarra, emprende la iniciativa de organizar los primeros tramos del Camino de Santiago que atravesarían en principio, el territorio Navarro y La Rioja. Posteriormente estos tramos se irían incrementando progresivamente hasta llegar a unir Saint Jean de Pied de Port (Francia), con Santiago de Compostela, siendo el eje más importante de las peregrinaciones jacobeas.

El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, precisaba de instalaciones tales como hospitales, hospicios, albergues y posadas, que pudieran atenderlos en su camino.
Estos centros eran fundados y dotados por reyes, obispos, órdenes religiosas y militares, así como por piadosos señores feudales. Posteriormente, con el desarrollo de la burguesía urbana, también lo serían por cofradías ligadas a los distintos gremios de la época.

Estaban situados en abruptos descampados como, Roncesvalles, en el Pirineo Navarro; Arbás, en el Puerto de Pajares, y Cebrero, entre león y Galicia. Eran frecuentes los enclavados en las proximidades de grandes monasterios, como los se Sahagún, Arconada, Irache, Nájera o Santo Domingo de la Calzada, incrementándose rápidamente a las ciudades más importantes por las que atravesaba el peregrinaje: Pamplona, Burgos, Oviedo, León y Santiago.

("Dar de beber al sediento"-Tabla del siglo XIV-Pinacoteca Vaticana)

Los motivos que impulsaban a los fundadores respondían a distintas índoles. Estaban mayoritariamente los motivos religiosos, como cumplimiento de un mandato evangélico, el interés de asegurarse la salvación cuando partieran al otro mundo, o como intento de asegurarse la concesión de alguna petición pagada bajo una promesa. También abundaban los motivos políticos y filantrópicos, aunque ya minoritariamente.
Todos estos centros, ya tuvieran el hombre de hospitales o albergues, estaban destinados a dar hospitalidad y ayuda en todas sus formas al peregrino, poniendo en práctica obras de misericordia, sobre todo las más afines al peregrinaje: “dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino…” así como todas esas necesidades se producían a lo largo del sacrificado camino.

Los servicios más valorados y comentados en las crónicas y los diarios de peregrinación eran los del cobijo por varios días y los del sustento, que constaba de desayuno, comida y cena.
En las numerosas escrituras de hospitales se dan instrucciones sobre el uso y dedicación de estos centros y ya en las más antiguas se indica que su función era para servir de uso a los pobres y sustento a los peregrinos, según Alfonso VI, refiriéndose a la alberguería de Burgos en el año 1085.

Los reyes, obispos, señores feudales, y poderosos fundadores, se aseguraban de dotarlos tanto de materiales como de medios suficientes, ya fueran en propiedad, como las tierras de cereales, ciñas, huertos, granjas y animales, o bien en usufructo, mediante derechos y concesiones especiales o diezmos, existiendo una considerable diferencia de unos sitios a otros, y de unas época a otras, pero todas tenían el mismo denominador común de dar a los peregrinos una comida extraordinariamente abundante y variada, según el régimen de la zona.

(Peregrino de la Edad Media)
Se sabe que en el siglo XIII, se proporcionaba diariamente a los pobres albergados en el hospital de Carrión, dos panes, una jarra de vino, una ración de cocido, queso, manteca, y carne tres días a la semana. El abastecimiento y el buen funcionamiento estaba asegurado por un personal que se prestaba a ello en total dedicación, y que constaba de hospitaleros, limosneros, despenseros y albergueros. Los más grandes contaban también con una cofradía ce clérigos y canónigos al frente de un prior.

Uno de los hospitales del que se tiene más información es el de Roncesvalless, fundado a comienzos del siglo XII por un obispo de Pamplona, y que se mantuvo en activo hasta bien entrado el siglo XVIII, siendo considerado como uno de de los más importantes, no solo del Camino de Santiago, sino de toda la cristiandad. En el siglo XVIII de daba a cada uno de los peregrinos un pan de dieciséis onzas, media pinta de vino y suficiente pitanza de caldo y carne, y los días de cuaresma y vigilia, abadejo o sardinas, huevos y queso, con caldo y legumbre y otros buenos ingredientes, especialmente en Semana Santa y otros días festivos, llegándose a repartir más de veinte mil al año, llegando en ocasiones a treinta mil.

Sin embargo este santo peregrinaje tenía también una doble cara: la de los falsos peregrinos. Llamados al cobijo gratuito y a la comida fácil. A los sacrificados creyentes que hacían el camino y acudían a la llamada del Santo, se unían también vagabundos, olgazanes, valdíos, inútiles y enemigos del trabajo, que pululaban por toda España, abusando de la gente caritativa y de buen hacer, y robando cama y comida a los limpios de corazón.

Bibliografía:
*La Protección Jurídico-Canónica y secular de los peregrinos de la Edad Media: Origen y – Alejandro González-Varas Ibáñez
*Dar de comer al peregrino – Nieves Fidalgo para La Aventura de la Historia

7 Comments:

Diana de Méridor said...

Ay, si, cuanta picaresca me imagino. Pero que hermoso debia de ser hacer el camino entre peregrinos y picaros. Eran tiempos duros, pero no puedo evitar que me parezcan hermosos.

Bisous, madame

Xibeliuss said...

¡Y tiempos muy literarios! Qué historias no se contarían en las ventas, cantinas, campamentos...
Saludos.

Juan A. said...

Como siempre, tus entradas son deliciosamente ilustrativas. Es un placer leerte.

Besos.

Anónimo said...

Una amiga me recomendó este blog, porque sabe que me encanta la historia y lo cierto es que ha acertado, porque me gustó muchísimo tu página. Enhorabuena. He disfrutado un montón. Cuídate.

Liliana Lucki said...

Es bueno leer y tratar de comprender la historia.

Es lógico ,siempre se acercan los oportunistas o nesecitados...

Tengo entendido ,que la elección de Santiago

de Compostela,se eligió,pues era muy furte la

peregrinación a la Meca y a Jerusalem.

Una nesecidad religiosa,para proteger al creyente

y al dogma.No tengo el dato de donde lo leí.

Espero se pueda aclarar.Gracias.

Este blog es fantástico. Desde Argentina saluda Liliana

Loli Martinez said...

El protocolo de ayudas para el peregríno de esta época me parece sorprendente y ejemplar .En cuanto a los falsos peregrínos , tenían estudiadas sus formas de vida .
El relato es muy enriquecedor .Felicidades .
Un beso .

Anónimo said...

Gracias por la felicitación de bodas de mi hermano. Si a ambos nos gusta la historia y la literatura, ya tenemos mucho en común. Je, je, je. Espero que seamos amigos. Un beso fuerte.

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